Viernes mágico en Buenos Aires
El pasado viernes
a la noche fue mágico. A pesar del frio
reinante el Luna Park destilaba un calor único y diferente. Es que esa noche se presentaba por primera
vez en Buenos Aires el actor, cantante y músico Hugh Laurie, mejor conocido
como el Dr. House de la televisión.
Con una
escenografía que recordaba a los viejos cabaret de los Estados Unidos y una banda, The Cooper Bottom Band, que suena bien
porque toca bien, porque tiene el ritmo y los matices que necesita el blues, el
carismático Laurie deslumbro a la platea.
A tal punto que quienes estuvimos ahí nos sentimos en New Orleans, muy
cerca del escenario y como si Laurie nos cantara solamente a cada uno de
nosotros
“Mírenme a mi pero escúchenlo a ellos, porque
son la mejor banda del mundo” fueron sus primeras palabras antes de cantar Mellow, down and easy, primer tema de su exitoso disco “Let them talk”. A partir de ese
comienzo demostró que tiene todas las condiciones de un buen cantor: afinado,
suelto, con personalidad, difícil de olvidar.
Y no solo canta
sino que es un pianista dúctil, un virtuoso guitarrista y que junto a su banda
forman un coctel explosivo, de música, sugerente, sensual y rítmica.
Las casi dos
horas de show cerraron con dos salidas a realizar bises, con Laurie luciendo la
camiseta de la selección argentina, un clásico entre los extranjeros que nos visitan
y con una bellísima versión de Kiss of
fire/ El choclo que canto en ingles acompañado por dos parejas que bailaban
el tango y cuya versión en castellano la hizo una cantante argentina que Laurie
había conocido la noche anterior en un local de tango.
Un final que
dejo con las ganas de que vuelva muy pronto y con la certeza que a partir de
ahora no es más el Dr. House sino el Dr. Blues.
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