martes, 30 de julio de 2013

Francisco


El martes 13 de marzo de 2013 cambio la historia de los católicos y del mundo.  Después que un mes antes renunciara el Papa Benedicto XVI, un hecho casi inédito dentro de la Iglesia Católica, era elegido, Jorge Mario Bergoglio, cardenal argentino , jesuita como el nuevo Papa: Francisco.

  Ante la renuncia de Ratzinger, con un papado envuelto en denuncias de corrupción y pedofilia, renuncia de sacerdotes y fieles cada vez más escasos, muchos creyeron que la religión que sigue a Jesucristo se había terminado.   Sin embargo la elección del Papa Francisco  ha hecho que el mundo ponga sus ojos en él y que frente a sus palabras y su actos queden fascinados.

El gran desafío de Francisco es hacer crecer la fe y renovar a una Iglesia muy castigada en los últimos años.

Francisco llegó al Papado tras una intensa tarea pastoral, con un mensaje de humildad, sencillez y un profundo amor a su vocación.

Su imagen la de un hombre protector, cómplice y comprensivo, ha hecho que muchos lo adopten no sólo como un líder espiritual sino como un verdadero padre, al cual se puede recurrir ante cualquier alegría, pena o necesidad que nos presenta la vida.  

Su mensaje de una Iglesia para pobres , sus palabras sencillas y concretas, su simpatía sin par y su energía y optimismo hacen que uno lo asocie a una palabra que parece haber desparecido de nuestro vocabulario: Esperanza.

Este hombre que  a sus 76 años dijo en Brasil, en donde estuvo   por  la Jornada Mundial de la Juventud,  que  Recen por él y que se compromete  a volver a estar en el 2017 habla de su compromiso completo con su rol y de sus ganas de vivir.

Francisco nos ha devuelto lo esencial en una religión: saber cuáles son los verdaderos valores, quien es el verdadero  ídolo a seguir y lo principal que”el cristiano es alegre, nunca triste. Que Dios nos acompaña”.

A partir de ahora dependerá de nosotros que su imagen nos inspire para encontrar las respuestas  a nuestros problemas y hacer de nuestra patria, del mundo, un lugar mejor.

Gracias Francisco por tu fuerza, por tu amor, por enseñarnos  que Dios es la verdadera esperanza porque nunca nos abandona.

Y vamos a rezar por vos, con toda la fuerza  y todo el corazón, y agradecer  por la bendición de tenerte como Papa, el Papa Francisco: el Papa de la Esperanza.
 

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